miércoles, 16 de julio de 2008

Devuélveme las legiones que me las has 'robao'


No sé si os ha pasado alguna vez que, después de confiar en alguien, os ha dejado totalmente vendido. Es algo que pasa habitualmente. En la Roma Clásica ya se daba y nos ha dejado curiosas historias, en las que no se sabe dónde empieza la realidad y termina la leyenda.

Así, está el caso de Augusto, que le confió tres legiones a Varo para que combatiera contra los germanos. Estamos hablando del siglo I d. C. Varo cruzó el Rhin y se introdujo en el bosque de Teotoburgo, lugar sagrado para las tribus. Una vez allí, Arminio, líder de los queruscos, y sus tropas se cepillaron a las tres legiones e hicieron caer todos los estandartes de Roma en sus campos.

Cuentas las leyendas que Augusto estuvo vagando por sus dependencias, se dejó crecer la barba y el pelo hasta el ridículo, gritando: "Varo, Varo, devuélveme mis legiones". Después de la batalla a los romanos les entró el canguelo y dejaron, durante medio siglo, la frontera de su imperio en el Rhin.

1 comentario:

Unknown dijo...

nunca prestes tu boli, ni tu coche, ni tu mujer, ni tu legión