jueves, 26 de junio de 2008

Ecce mater tua


Los adoradores de vírgenes muchas veces no sabes que, a quien dirigen sus flores y sus cánticos, es a la madre tierra. La virgen María, seré breve por lo archiconocido del tema, fue la suplantación de la iglesia de los cultos a las deidades femeninas, la mayoría relacionadas con la fertilidad y el culto a la tierra.

Gaia es nuestra madre. Aquí es bueno recordar la teoría sobre la tierra de Jame Lovelock (Jaime del Amor Cerrado), bautizada como Hipótesis de Gaia. En ella postula que el planeta funciona como una especie de organismo vivo (los necios ya dirán eso de "pues yo no le veo los ojos ni las manos ni el ojo del culo") que se autorregula para mantener unos valores constantes. De esta suerte, tiende a exterminar lo que le perjudica y a beneficiar lo que le ayuda a regularse.

Su teoría se basaba en que los valores atmosféricos de la tierra, su temperatura y su salinidad eran consantes, algo que no ocurría en el resto de planetas, y atribuía esa constancia, en gran medida a la vida que albergaba el planeta.

Una metáfora empleada con frecuencia para explicar la teoría de Gaia es el de las margaritas, que copio sin piedad por no tener que reproducirla yo.

Un mundo de margaritas es una simulación por ordenador, es la hipótesis de un mundo que orbita un sol cuya temperatura está aumentando lentamente. El planeta se siembra con dos variedades diferentes de margaritas como únicas formas de vida: margaritas negras y blancas. Las margaritas blancas tienen flores que reflejan la luz, y la otra variedad tiene flores negras que absorben la luz. Ambas especies tienen la misma curva de crecimiento (esto es, su tasa de reproducción es la misma en función de la temperatura) pero las margaritas negras son en sí mismas más calientes que las blancas y que la tierra desnuda. Un planeta con predominio de margaritas blancas es más frío que otro con más margaritas negras.

Al principio de la simulación, mundo de margaritas es tan frío que solo unas pocas margaritas negras y casi ninguna blanca pueden sobrevivir. Siempre que la temperatura del planeta disminuya, las flores negras predominarán, absorben calor del sol, lo que hace que la temperatura del planeta aumente, permitiendo una mayor proliferación de margaritas negras y mayor absorción de calor. Cuando el planeta se hace más cálido, las margaritas blancas comienzan a reproducirse más, y a la larga, el planeta alcanza un punto de equilibrio en la temperatura. Cualquier incremento de temperatura es combatido por una mayor proporción de margaritas blancas; cualquier disminución de la temperatura conduce a tener un mayor número de margaritas negras. Un sistema así, es extraordinariamente estable frente a las variaciones de energía solar incidente; todo el planeta se mantiene en homeostasis. Finalmente la temperatura se hará demasido alta para ser contrarrestada por las margaritas y el calor arrasará el planeta.

Cuando la simulación se realiza sin margaritas, la temperatura del planeta sigue la curva de la temperatura solar. Con las margaritas, al principio de la simulación el planeta tiene un calor adicional y al final es más fresco, resultando una temperatura cercana al equilibrio durante la mayor parte de la simulación. En este sentido, las margaritas están modificando el clima para crear unas condiciones más favorables para sí mismas. De cualquier manera, el sistema mundo de margaritas manifiesta histéresis: para unas constantes solares, el planeta tiene dos estados estables distintos, uno sin vida y otro cubierto de vida al 100%.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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