Hay cosas que de vez en cuando vuelven, cuando se creían perdidas. Es el caso de algunos amores y de los yogures de piña que se esconden atrás en el frigorífico y que dan tanta alegría cuando se rencuentran.
Pero eso no es nada comparado con lo ocurrido con el celacanto. Sí; el celacanto es lo que podríamos llamar el gran yogur de piña de la naturaleza o un fósil viviente, como dicen los cursis. Los científicos tenían a esta especie de pez por extinguida desde el Cretácico; esto es, que hacía más de 65 millones de años que no había ninguno por las aguas del mundo.
Pero, oh sagrado Alfredo Landa, resulta que en el año 1938 un pescador pilló uno vivo en Suráfrica. Con el paso de los años, se siguieron produciendo encuentros con este bicho (tantos que incluso se dividió en dos subespecies), llegándose incluso a filmar en su hábitat natural. Y ahora es un pescado tan normal como una sardina o Ana Obregón.
Pues eso, ¡que vivan los eternos celacantos de piña!
4 comentarios:
Ohhhhhh sagrado Alfredo Landa...me quedo con su serie..Leno por favor...Siempre me motivó Lidia Bosh
Su poquito de celecanto con guarnición, ¡lo mejor de este mundo!
Con el petroleo pasará lo mismo, dentro de 65 millones de años volverá a haber
eso iba a decir yo, desde cuándo es normal anitaaa??
Aunque me quedo con eso de que hay cosas que vuelven....
Dicen que todo vuelve por Navidad, no?
O es q somos el único animal q tropieza siempre con la misma piedra??
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