Primero fue el verbo. Y ése tenía una terminación que determinaba su tiempo, número y conjugación. Y lo vio Malena Gracia, y pensó que era bueno. "Hágase pues el Complemento directo". Y se hizo a su gusto. Al día siguiente vio la oración sola y pensó: "Tenga complemento indirecto, que dirija a alguien su acción y su complemento directo". Y vio que era bueno. Y quiso Malena, al siguiente día, dotarlo de un complemento circunstancial, y vio que era bueno, le hizo Gracia.
Y vio que la frase tenía verbo, complemento directo, indirecto y circunstancial...quiso darle vida, y dijo hágase el sujeto. El sujeto dominará al verbo, prevalecerá sobre él, determinará su forma y sus complementos, a los que dará nombre. "Puedes hacer lo que quieras", le impuso Malena Gracia al verbo, "pero no aparecerás en las frases con verbos copulativos con complementos directos, sólo con atributos"...
Mis alternativas para seguir son
1 Cuento cómico burlesco con las religión
2 cuento cómico erótico con juegos de palabras
3 Cuento pedante hablando de sintáxis...
¿Qué hacer? ¿Qué dejar fuera?
3 comentarios:
Hombre, ya que mencionas activamente a Malena Gracia, la que pega es la opción 2
Jajaja, yo me quedaría con que cualquier friki con algo de tiempo libre pudo escribir la Biblia...
Yo voto por cuento erótico-festivo con juego de palabras. Bss.
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