
De vez en cuando es bueno recordar que nosotros también somos unos pequños monstruos.
recientemente recordé el caso de la Isla de Cabrera. Es una historia divertida que a los franceses les jode mucho. Pero, no sé, ellos nos ganan al fútbol. Una cosa por otra.
Resulta que en la batalla de Bailén, las tropas españolas coge a un montón de gabachos (más de 10.000). Después de estar haciendo el cocacola unas semanas, se los llevan a la isla de Cabrera para que no se escapen. Allí llegan unos 9.000, abastecidos semanalmente con pan y agua. Estuvieron cautivos cinco años en la isla, y sólo sobrevivió uno de cada tres. Pero lo mejor es que, en esas condiciones, con sólo unas cuantas habas como producto de lujo,proliferó el comercio entre ellos, levantaron dos teatros y una especie de escuela. Muertos de hambre, desarrapados, pidideron a las autoridades españolas que su situación mejorara en algo... y les mandaron un cura.
Y es que el aburimiento es muy malo. En la isla, que alberga un parque natural, les han hecho un pequeño monumento. Más información.
2 comentarios:
si los cabrones fueran ladrillos el mundo sería un castillo
Si les mandaron un cura ya solo necesitabam los globos para escapar de la isla
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