martes, 17 de junio de 2008

No me resisto

Hay una versión del reportero muy conocida en el gremio: el periodista terrorista. Aquel que hace de su teclado una bomba que puede explotar en cualquier momento, por cualquier tema. Un borroco de la verdad que convierte en gasolina cada adjetivo, en zulo cada despiece y en cloratita un pie de foto.

Les dejo, tras esta viñeta robada de www.porsilasmoscas.net, un correo de aludidos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El destrozo que hacen algunos periodistas al maquillar la realidad es similar al que se hace Michael Jackson al maquillarse.

Aún peor es el siguiente nivel, los periodistas cirujanos de la realidad, no haré el símil con Jackson por su obviedad.

Latorre dijo...

Sólo pueden tomarse en serio las opiniones periodísticas de quienes no son periodistas.

Lazarov me marea dijo...

y yo me pregunto, por qué esos periodistas no acuden a los que, sumergidos en el pánico gritamos y corremos dando círculos para, después, gritar que no encontramos un piso de menos de 600 € de renta?

(sobra decir que se trata de una pregunta de lo más retórica)

Anónimo dijo...

Esa viñeta representa la puta verdad. Esta huelga ha alimentado mi desazón periodística. Las bombas nucleares están cogiendo polvo, tirarlas en Florida, tirarlas en las rotativas.