La sentencia es clara, la libertad de expresión no es lo mismo que la libertad de insulto.
El siguiente paso, lógico, callar las mamarachadas de la "prensa" rosa.
Lo que más duele de esta última es que echó de la parrila televisiva a programas como "Los mundos de yupi".
1 comentario:
Esto, no sé por qué, me recuerda a una frase de una canción de Bunbury: "O todo el mundo está loco o dios es sordo".
Publicar un comentario