jueves, 9 de octubre de 2008

¿Sueñan las ciberniñeras con cantantes electrónicos?

La robótica está en pañales. No somos conscientes de lo que habrá en unas décadas en este campo. A nuestros hijos y, sobre todo, a nuestros padres, los cuidarán máquinas. Será interesante cuando llegue el instante en el que tratemos a un amasijo de cables recubierto de algún material parecido a la carne (¿quién sabe qué será?) como un criado más, a medio camino entre el mayordomo y la batidora. Algo parecido debió sentir el orgulloso hombre blanco cuando descubrió que el hombre negro, aunque no tenía alma, sí podía realizar pesadas tareas.

Es significativo que ya existen pruebas para intentar pillar a las máquinas en un renuncio. En un acto de prudencia, hemos establecido pequeños mecanismos de control para saber cuándo el fulano que tenemos delante es un señor de Socuéllamos o en un artilugio hijo de Bill Gates y de la mano del hombre. Podemos destacar, grosso modo, tres:

El test Captcha: Acrónimo de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart (Prueba de Turing pública y automática para diferenciar a máquinas y humanos). Son los códigos deformes que aparecen en muchas páginas y que evitan que una máquina mande spam ya que no puede asociar los dibujos a letras o números.

La prueba de Turing: El principio fue expuesto en los años 50 del siglo pasado. Un juez hace preguntas a dos seres, situados en otra habitación. Por las respuestas, que se supone que deben ser contestadas por escrito (aunque todo se andará), éste debe descubrir quién es máquina y quién persona. Hasta el momento, ningún ordenador ha superado esta prueba.

La prueba Voight-Kampff: Pertenece al universo Blade Runner. Basa su utilidad en comprobar la empatía del sujeto al que se somete a examen. Se supone que los andrides no pueden asimilar sentimientos ajenos al no ser humanos, aunque no sé qué pasaría si se sometiera a esta prueba a alguien con el síndrome de Asperger.

Y con esto ya me callo, ya amanece y no quiero abusar del permiso.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre seremos más viciosos que ellos.

Latorre dijo...

Po zi.

PaDi dijo...

Curioso el blog.
Saludos

Unknown dijo...

Creo que la mayoría de las máquinas, como la thermomix o la ps3, son mejores personas que muchos seres humanos.

El ser humano hace tiempo que se olvidó de ser humano...

DraGoNBaBy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.